Sentiversos: octubre 2015

26 octubre 2015

Fiera rastrera

Eres como un gato:
Bonito por fuera
pero traicionero
 como una fiera.

No te acerques a pedir caricias,
no maúlles rogando amor
tras clavarme esas garras afiladas
en el centro de mi corazón.

Tras varios años de pasión,
hoy cubre nuestra cama
un grueso manto de horror
tras sentirme deseada sin desear tu amor.

No te acerques a la cama,
¡Vete a buscar otro amor!
Tal vez otra te complazca de buena gana,
esta vez no vencerás mi pudor.

No quiero escuchar un perdón,
no me creo tus lamentos,
falsas palabras que esconden tu intención
y me advierten de nuevos intentos.

Me repugna tu cuerpo lleno de pulgas
que se clavan en mi piel
para beberse mi vida
como sorbitos de miel.

¡No! No me cierres las salidas,
gato salvaje, fiera indomable.
¡Maldito bastardo, no sonrías!
No te regodees en mis heridas.

No habrá nadie que te quiera,
quedarás solo con tus pulgas,
hasta que en tu odio tú te pudras.

Te juro que pagarás mi condena,
todos estos años, todos estos daños,

los pagarás como sea.


Licencia de Creative Commons
Fiera rastrera by Laura Zerpa Sánchez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
Creado a partir de la obra en http://sentiversos.blogspot.com.es/.

19 octubre 2015

Romeo y Julieta

Necesitaba escribirte en estos momentos de nostalgia. Ayer estaba haciendo limpieza en casa cuando encontré un álbum de fotos junto a varias cartas. Eran fotografías de nuestra infancia, con esas sonrisas dibujadas en nuestras caras. Al ver esas imágenes los recuerdos abarrotaron mi mente.
¡Qué unidos estábamos! ¡Cómo nos divertíamos!¡Cómo nos queríamos! ¡Cómo nos odiábamos!
Parece mentira lo rápido que pasa el tiempo. Aún recuerdo cuando mamá y papá nos llevaban a pasear en Navidad por los parques de nuestro pueblo, cuando juntos corríamos de manos por la hierba y papá nos reñía por aplastar el fresco césped recién cortado al tirarnos de espaldas y comenzar a formar juntos un ángel. El olor nos refrescaba la mente, nos gustaba muchísimo esa sensación de naturaleza y embarrar nuestras camisetas.
Y ahora, tú estás tan lejos… Nuestros padres se han ido y yo me siento tan sola…
Aquí, sentada en soledad, dictándole al viento todo lo que siento con la esperanza de que a ti pueda llegar. Mojo mis pies en el mar, tan limpio, tan fresco y a mi alma no consigue calmar, sólo escalofríos siento. Busco ciega ese amor de cuento al que todo el mundo espera. Busco respuestas en el mar, en ese que me ahoga, que me atraviesa y me vuelve loca, este que cada noche me visita, me agarra y me arrastra por sus olas.
Busco el principio de un cuento sin final. Busco un príncipe azul de verdad.
Te necesito, si no estás aquí me desespero y pierdo el aliento.
No recuerdo cuándo fue la última vez que te vi, esa vez en la que de ti me despedí para siempre, esperando con ansias el reencuentro que hasta hoy no se ha producido. Ese día en el que te marchaste para no volver y te llevaste mi corazón envuelto en un papel. Ya no escucho sus latidos, la distancia ha traído tu olvido, y el silencio me dice que no te volveré a ver. ¿No te acuerdas de mí? Soy tu hermana. Esa que te quiere con locura, esa que en silencio te habla, esa que hoy vive en amargura esperando tu regreso al alba.
Vuelve, sin ti mi alma está vacía y me hundo en la agonía.
Quiero contarte un secreto, algo que quizás parezca sacado de un cuento. Quiero contarte mil cosas mientras tomamos un café en el salón donde juntos crecimos, donde cuando yo caía tú me tendías la mano para ayudarme, donde cuando yo lloraba tu corrías a consolarme y me protegías calándome al abrazarme. Aquel salón donde tantas navidades bajábamos de madrugada ansiosos por descubrir los regalos de reyes situados bajo el viejo árbol que juntos adornábamos con ilusión. Donde celebrábamos los cumpleaños y nos tirábamos las tartas a la cara, felices por cumplir el mismo día, dejándolo todo hecho un desastre.
Tu adiós se llevó el color de mi vida y robó la luz de mis días, tu adiós me obligó a romper el silencio que tanto tiempo duró. Y hoy te afirmo tus sospechas. Soy yo quién tantas cartas anónimas te escribió, sin tener el valor de decirte lo mucho que siento, contarte que el viento me robó la razón y me condenó al silencio, que no evité tu marcha por creer ciegamente en un cercano reencuentro.
Quiero decirte la verdad hermano mío, que te busco y no te encuentro, que viajo a la deriva en un velero, por un mar de sentimientos.
Que te siento y no te tengo, que te quiero en silencio, que te amo en secreto. Por favor, vuelve, vuelve y siente lo que siento.

Escúchame Romeo, no pienses que te miento si te digo que eres la razón de mis desvelos, el protagonista de mis sueños, y ese príncipe azul de cuentos al que busco y nunca encuentro.
Firmado con amor: Julieta.

12 octubre 2015

Allá donde estés

Hoy la pena ha barrido a la felicidad,
hoy todo mi mundo se ha derrumbado,
no te movías, no te moverás más,
yo sólo pensé que estabas cansado…

Nunca pensé que esto me pudiera pasar,
nunca creí que me dirían algo así.
Tú eras lo mejor que la vida me pudo regalar,
cuando supe de ti, me sentí muy feliz.

 Te sentí mover, pero ya no.
te sentí vivir, pero ya no.
Te empecé a querer, yo…
Yo que hoy me siento morir.

Te tuve, no te tengo, no te tendré.
Sigues ahí dentro, en mi vientre,
pero ya no te mueves,
aunque te amaré por siempre.

Te vi en blanco y negro,
quise tocarte y verte en color,
pero hoy busco y no encuentro
ningún motivo ni razón.

¿Por qué tanta frialdad
al decirme que ya no estabas?
Acabaron con toda la felicidad
con la que yo te esperaba.

 Soñaba contigo y con tu cara,
me preguntaba cómo serías.
Quería reflejarme en tu mirada
y me preguntaba si me querrías.

Deseaba con ansias tu llegada,
me imaginaba el gran día,
y sabía que estaría encantada
al ver cómo llegabas a mi vida.

No quería perderte,
y me siento culpable
por no protegerte
de un fin inevitable.

 Te disecarás como una flor
y este adiós mi interior quemará
mientras vivo arderá mi amor
en el candil de la maternidad.

 No dudes nunca que te extrañaré,
espero que estés en un mejor lugar,
yo nunca te dejaré de amar.
Te mando muchos besos, allá donde estés.

Licencia de Creative Commons
Allá donde estés by Laura Zerpa Sánchez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
Creado a partir de la obra en http://sentiversos.blogspot.com.es/.

05 octubre 2015

No fui yo

Hoy por fin puedo afirmar que tengo un buen motivo para escribirte.
Me sorprende que tengas el valor, después de todo, de acusarme de abandonarte, de no quererte y olvidarte.
Dices que soy fría como el hielo, que tu vida junto a mí fue un infierno y que ya no te quiero.
Y yo no sé qué decirte, solo sé que no puedo olvidarte por más que lo intento, que no paro de pensarte y que no he dejado de amarte, aunque en mi corazón la confusión no deja lugar a los sentimientos.
Los recuerdos se amontonan en aquel salón donde un tiempo atrás me robabas la razón. En aquel viejo sofá en el que me besabas con pasión y me llenabas de ilusión.
Dices que la culpable fui yo, pero te equivocas, yo no fui quien todo lo destruyó, no fui quien te abandonó y nunca más te habló.
Piensas que puedes olvidarme y ni siquiera tienes valor para contestar a mis mensajes.
Crees que puedes deshacerte de mí fácilmente pero siempre me tendrás presente.
Pronto la soledad te invadirá y los recuerdos abarrotaran tu mente, pronto hasta verás mi propio rostro en las caras de la gente y la locura te envolverá en una espiral demente.
Pronto recordarás mis besos, mis manos viajando por tu piel, cuando te robaba el aliento y lo plasmaba en papel, como plasmo ahora todo lo que siento.
Yo no soy tan cruel como crees, tú sabes que no te miento, sabes que siempre regresa el ayer y que lo que no perdona es el tiempo. No fui yo quien se fue como el viento.
No intentes olvidarme, no lo lograrás, no tardarás en recordarme y pronto por mí llorarás. Ojala te dieras cuenta de que nunca dejé de amarte, de que no puedo olvidarte y no dejo de extrañarte. No creas que te guardo rencor, no creas que te tengo temor y no esperes que te pague con traición porque yo no soy como tú. Lo que pasó pasó entre tú y yo.
Y no vuelvas rogando un perdón, no pienses disculparte por cada error, no intentes atar los lazos desatados de nuestra relación, por favor, no intentes recuperar mi amor y no vuelvas a robar mi corazón.
No te negaré que te extraño, que por ti he llorado y que me siento confusa cuando no estás a mi lado. No te mentiré, el  arco iris de mi vida ha perdido su color y la luz de cada día ya se apagó.

Pero recuerda, cariño, no fui yo quien sopló las velas para apagar el fuego de nuestro amor.