Sentiversos: diciembre 2016

09 diciembre 2016

¡No son caprichos, no son juguetes!

Llega la época navideña y abundan los anuncios en numerosas páginas de internet en los que aparecen varias fotos de adorables cachorritos o crías de animales que ofrecen a cambio de dinero o que simplemente regalan.
        

Como madre, jamás se me ocurriría comprarle un animal a mi hijo si sé que se trata solo de un mero capricho y que, en verano, cuando ese animal crezca y ya no sea una cría adorable, terminará tirado en la calle o muriendo en una perrera. En todo caso, adoptaría un animal para darle una vida mejor, una oportunidad, siempre y cuando pueda garantizarle cariño, una vida digna y pueda dedicarle el tiempo que necesita para ser feliz.

Los animales no son caprichos ni juguetes y llega un momento en el que crecen y necesitan muchos cuidados, sobre todo si enferman y necesitan atención médica. El hecho de comprar un animal en una tienda, cualquier tienda, o en internet, apoya e impulsa una de las industrias más crueles del mundo. Tras esos escaparates se esconden historias desgarradoras, infecciones, sufrimiento, enfermedades, maltrato, condiciones deplorables, muerte... Si compramos un animal, apoyamos ese negocio, por cada animal que compramos, otro pobre animal muere abandonado en la calle o sacrificado en un centro de "acogida" por falta de espacio o porque nadie lo adopta.

Se trata de un ser vivo al que hay que atender, hay que ofrecerle un lugar habilitado en casa donde pueda jugar, donde pueda comer, donde pueda dormir y vivir en buenas condiciones. Hay que atenderlo, alimentarlo, limpiarlo, llevarlo al veterinario, pasearlo, jugar con él. Es como tener un hijo, es algo muy serio que requiere muchísima responsabilidad. Por lo que no es un tema que se pueda tomar a broma y se decida así sin más.

Antes de entrar a una tienda de animales, o ponerte en contacto con la persona que los vende o los regala por internet asegúrate de que realmente quieres cuidar a ese animal, y párate a pensar en todo lo que genera ese negocio, hay muchísimos animales que necesitan un hogar y que, por convertirse en una carga, se han quedado tirados en la calle, sin familia, sin hogar, sin comida, sin nada. Dales una oportunidad y adopta, salvaras una vida y ese animal te lo agradecerá.

Muchos de los animales que se regalan esta navidad, serán abandonados, maltratados e, incluso, asesinados el próximo verano. Sólo porque los niños se han aburrido del pobre animal, sólo porque ha crecido, porque se porta mal, porque suelta pelo, porque resulta que hay alergias en casa, porque ya estorba, porque lo rompe y lo muerde todo, porque el veterinario es carísimo, porque ha enfermado o porque hay que pasearlo todos los días y come demasiado.

 

Sí, un animal es como un niño pequeño, da mucho trabajo y hay que cuidarlo bastante, por eso piénsalo dos veces antes de ofrecerle un hogar del que más tarde lo echarás. Piensa que ese animal puede tener crías, ¿entonces que harás? ¿las regalaras por navidad, o las venderás para explotarlo sacando dinero y alimentando el terrible negocio que cada año se cobra demasiadas vidas inocentes?

 

Licencia de Creative Commons
¡No son caprichos, no son juguetes! by Laura Zerpa Sánchez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
Creado a partir de la obra en http://sentiversos.blogspot.com.es/.