Sentiversos: Harta

17 julio 2017

Harta

Harta. ¡Estoy harta!
Harta de tener que callarme al ver las cosas que haces.
Harta de no poder decir nada por temor a ser atacada.
Harta de que ante cualquier reproche desates una guerra psicológica.
Harta de que me ataques por dónde sabes que más duele.
Harta de que tú seas un arma de doble filo y amarte sea asumir un riesgo mortal.
Harta de no poder contar contigo y escuchar amenazas y chantajes.
Harta de que utilices a los niños como escudo y te burles argumentando que a ti te quieren más.
Harta de que digas que no hago nada.
Yo friego, yo limpio el baño, yo ordeno la casa, yo seco y guardo la vajilla, yo lavo, doblo y guardo la ropa, yo barro el piso, yo cambio las sábanas, yo cambio las toallas, yo limpio el piso, yo limpio las ventanas. Cada semana. Y dices que no hago nada.
Te limitas a hacer de comer, porque yo lo detesto.
Te limitas a tirar la basura, porque mi espalda me lo impide.
Te limitas a fregar y lavar la ropa de vez en cuando.
¿Y dices que las tareas están bien repartidas?
Llegas a casa y solo escucho quejas: "hay mosquitos, qué sucio está el piso, hay que limpiar el baño, hay cucarachas y hormigas..."
Si no dejaras la ropa tirada por donde te cuadra, todo estaría más ordenado y el ambiente no olería a sudor.
Si no dejaras las migajas de comida tiradas en el suelo y el sillón después de comer no habría tantas hormigas.
Si no dejaras los platos usados y con restos de comida durante horas en el fregadero sin echarles ni una pizca de agua no habría tantos mosquitos.
Si limpiaras la tapa del retrete cada vez que lo usas no olería tan mal y no estaría tan sucio.
Eres tú el que ensucia sin preocupación y estoy harta de ir detrás, ordenando tu ropa y limpiando tu mierda como si fuera una esclava.
Estoy harta de que salgas cuando te place y no avises cuándo vas a llegar, de que me dejes sola, en casa, con el niño, y te despreocupes por completo.
Estoy harta de que me reproches los cinco minutos que se me ofrece salir, a la tienda de enfrente a celebrar una jubilación de una persona a la que añoro y tengo mucho cariño, solo porque a tu hijo le ha dado por coger una perreta.
Estoy harta de que dispongas de mi tiempo y me exijas que te ayude con las tareas académica para aprovechar cualquier queja mía y amenazarme.
"El año que viene sí que vas a estar puteada porque no te pienso ayudar en nada".
Cuéntame algo que no sepa ya.
Estoy harta de que me humilles en cada discusión y me subestimes.
"Tú no vales nada, no tienes amigos, estás sola".
Estoy harta de que me exijas mil cosas sabiendo que no dispongo del tiempo necesario.
"Deberías ponerte las pilas, ponte a estudiar, haz ejercicio, tienes celulitis, estás gorda, dedícale tiempo al niño, hay que limpiar el baño otra vez..."
Estoy harta de que vayas de chico bueno y de gran pareja, de que aparentes que me ayudas cada día y que te implicas en casa como yo lo hago cuando ambos sabemos que no es verdad.
Eres un lobo disfrazado de cordero.
Eres un machista disfrazado de feminista.
Eres un abusador y un mentiroso.
Estoy harta de que vayas echándote las flores por cocinar en casa, por prepararle purés al niño, por salir y tener amigos y hacer lo que te de la gana cuando te de la gana.
Sabes que en realidad muchas veces usas a tus padres para que cocinen o hagan ellos el puré, sabes que sales porque yo cuido al bebé, y aún sabiéndolo no valoras ni agradeces nada.
Estoy harta de intentar dialogar contigo, de hacerte ver como me siento y pedirte que me ayudes y me valores aun sabiendo que no cambiarás nunca y jamás lo harás porque eres un egoísta que quiere hacer siempre lo que le venga en gana sin dar cuentas a nadie.
Estoy harta de que en cada intento me ataques, aprovechando el mínimo error que haya cometido, el mínimo defecto que me encuentres para usarlo en mi contra y no escucharme en absoluto.
Estoy harta de que jamás pidas perdón y de que no tengas filtro al hablar, porque te da igual el daño que puedan causar tus palabras envenenadas.
Estoy harta de tener que callar, de aguantar las ganas de llorar y de correr a encerrarme en cualquier habitación para no escuchar esas palabras que tanto daño causan.
Estoy harta de que digas que me amas, de que me lleves a la cama, de que me pidas sexo cada día y de tener que complacerte casi por cumplir, solo para que me dejes tranquila.
Estoy harta, harta de que no te importen mis sentimientos, harta de que me utilices, harta de que me engañes, harta de que me manipules, harta de que me mientas, harta de que me trates de esta manera.
Estoy harta de que no me valores, harta de no importarte. Harta de ser tu sumisa sirvienta y estar a tu servicio.
Estoy harta de aguantarte.
Pero todo eso da igual, porque lo que yo sienta no importa, porque te la sudan mis metas, te la sudan mis problemas, y te la suda todo lo que a mi respecta.
Así que no te preocupes, mañana volveré a limpiar tu mierda. Porque has conseguido atarme en corto, porque has conseguido apagarme, porque has conseguido manipularme y acallarme.
Como buen machista, como buen asesino, como buen dictador.
Sigue disfrazado de corderito, lobo feroz, que el mundo ya se ha tragado tu papelón.
Y nadie sabe que la víctima soy yo.

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