Sentiversos: 2018

25 diciembre 2018

Feliz Navidad

Me siento a la mesa
en el salón de casa
donde ustedes me criaban,
donde yo correteaba.

Ahora algo más cambiada,
con unos años más
y recordando sus palabras
algunos años atrás.

Feliz Navidad, Feliz Navidad.
Ustedes me cantaban
cuando yo me impacientaba
porque Papá Noel llegara.

Papeles cambiados,
recuerdos cercanos.
Yo envuelvo regalos,
él espera entusiasmado.

Ustedes no están aquí
y él me necesita a mí
así que hay que sonreír,
cantar y ser feliz.

Cenamos y charlamos.
Juntos celebramos,
aunque este año
todos les extrañamos.

Las luces tintinean
y mi corazón tiembla
porque los recuerdos
invaden mi cabeza.

Muchos sentimientos,
demasiados momentos,
lugares, objetos y fechas...
Hoy es Nochebuena.

Le miro, feliz. Yo contenta.
Su mirada es lo que me llena.
Su ilusión más me alegra
y así me protege de la pena.

Pena de no tenerles,
de tan pronto perderles,
de no besarles y abrazarles.
Pena de ya no verles.

¡Ahí mi chiquitín!
¿Qué haría yo sin ti?
Si me haces tan feliz
cuando me miras así.

Me dices te quiero,
me derrito por completo
y si me pides el cielo
yo te regalo el universo.

Con estrellas de ilusión,
con eclipses de amor,
y con una luna de algodón
para vivir juntos los dos.

Lucharé por ti
como hicieron por mi.
Tranquilo, estoy aquí
y jamás me pienso ir.

Feliz Navidad, mi pequeño.
Papá Noel también viajará
de aquí al más allá
para abrazar a tus abuelos.

Junto a nosotros aún están.
Lo prometo, no se irán.
Porque aquí siempre vivirán
en recuerdos que no se borrarán.


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16 diciembre 2018

Sin querer.

Aquí estoy. Una vez más.
Sin apenas respirar
cuando te veo llegar.

Y te miro. Sin dejar de pensar
en un tal vez o un quizás
algún día me amarás.

Si me miras el reloj se parará,
el mundo entero deja de girar
y para mí no existe nadie más.

Ya no lo puedo evitar.
Veo tus labios y los quiero besar.
Veo tu sonrisa y la quiero atrapar.

No sales de mi mente,
en ti no dejo de pensar
y no sé lo que tú sientes.

Cada noche te sueño
y pienso que conmigo tú estás
pero te vas cuando me despierto.

Ojalá me dieras una oportunidad
para explicarte lo que siento
y confesarte la verdad.

Ojalá no me jugara tanto
y no perdiera en el intento.
Ojalá no tuviera que reprimirlo
y quieras estar conmigo.

Ojalá tuviera el coraje
de lanzarme a buscarte.
Para mirarte a los ojos
y decirte que te amo.

Soy sólo una idiota,
que de ti se ha enamorado.
No. No es el momento ni el lugar
pero no lo pude evitar.

¿Quién? Dime quién lo puede controlar
y decidir lo que su corazón debe desear.

Te quiero. Sin querer.
O queriendo, tal vez.
Y deseo que tú también
me quieras sin querer.

Quisiera fundirme en tus brazos
y sentir que el mundo se paraliza.
Quisiera besar tus labios
y perderme en tu sonrisa.

Te regalaría el corazón
si tú quisieras cuidarlo
y perdería la razón
si me dijeras "te amo".

Ilustración de Sara Herranz

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11 diciembre 2018

Terremoto

Terremoto de mamá:
tu jiribilla me da vida
aunque me quites la energía
al no dejarme en paz.

Quiero ser tu alas
si quieres volar.
Quiero ser tu hada
si quieres soñar.

Pequeño renacuajo:
quiero cogerte en brazos
aunque estés ya pesado.
No puedo evitarlo. 

¡Te adoro, carajo!

Te hago mil cosquillas
para ver tu sonrisa.
Porque esa, tu risa,
es la mejor melodía.

Cada noche en tu cama
te acaricio la espalda
mientras tú te relajas
en la habitación estrellada.

Me quedo embelesada, quieta, callada.
Sin hacer nada, observando tu cara.
Recordando tus patadas
cuando en mi vientre te llevaba.

Yo te canto "sana, sana,
mi culito de rana"
que te has caído hoy
y también lo harás mañana.

No temas, aquí estoy.
Aquí sigo y seguiré,
como ayer y como hoy,
siempre te protegeré.

Te escucharé con atención,
comprenderé tu posición,
y apoyaré tu decisión.
Estaré ahí, corazón.

Observaré tu mirada,
que me tiene enamorada.
Te entregaré hasta mi alma
si la necesitaras.


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Quizás

Quizás algún día lejano
por fin te pares a pensarlo,
por fin te pares a pensarnos.
Quizás el próximo verano.

Entonces sabrás que sí.
Que siempre estuve aquí
desviviéndome por ti
sin pensar en mi.

Dando todo, sin pedir.
Llorando sola, por fingir.
Callándome, pese a sufrir.
Queriéndote, hasta morir.

Porque tú me has salvado
en algún momento del pasado,
aunque ya no logro recordarlo,
y siento que te debo algo.

Quise evitar tu violencia,
haciéndome la idiota,
regalando mi inocencia,
para terminar tan rota.

Pensé que me cuidabas
porque yo te importaba
aunque pronto supe
que te interesaba.

Cuando en las tardes
tú te largabas
y yo sola me quedaba
despierta en la madrugada.

Rezándole a la luna
que no volvieras más.
Meciendo la cuna
ahogada en lágrimas.

No te amo de hace tiempo,
te quise pero no te quiero.
Aún así sigo fingiendo
que formo parte de tu cuento.

Solo nos une el recuerdo latente
de lo que fuimos y no seremos.
Porque en sus ojos estás presente,
porque en su voz yo grito ardiente.

Cada noche nos fundimos
en amor fingido.
Iniciando otra batalla campal
cada mañana al despertar.

Desaparezco en tu abrazo infernal
y ya no lo puedo ni pensar.
Cierro los ojos, me dejo llevar.
No hay otra opción, qué más dará.

Arriesgando mi vida,
con el alma herida,
por sentirme tan perdida
cuando tú me protegías.

Seguirás siempre ciego,
pensando en tu ego.
Ignorando mis reclamos
porque sabes que te amo.

Pero quizás, solo quizás
tus ojos abrirás.
Me verás de verdad,
y por fin lo entenderás.

Quizás, solo quizás
alguien te logre odiar.
Quizás, solo quizás
alguien me logre amar.

Entonces sabrás que sí.
Que siempre estuve aquí
desviviéndome por ti
sin pensar en mi.


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03 diciembre 2018

Luna ilusa

Pequeña luna borrosa
¿qué te pasa esta noche
que ya no brillas lujosa
entre los árboles del bosque?

Algún desalmado te ha dañado
y tu luz infinita se ha apagado.
Luna soñadora que me guía:
¿qué hago si estás perdida?

Entre las nubes te escondes
y los lobos no te aúllan
porque hoy no respondes
cuando ellos te buscan.

Algún desalmado te ha herido
y te has desecho en mil pedazos.
Luna llena: hoy te has vaciado.
y ya no te siento conmigo.

¿Y ahora yo qué hago?
Si te anhelo y te extraño.
estoy a la deriva en un lago
y no veo tu reflejo a mi lado.

Te alzas en el cielo
alto, muy alto, inalcanzable.
Para que ningún desgraciado
pueda nunca dañarte.

Te pones tu coraza brillante
y sales a la calle.
Te rodeas de estrellas
y transmites fortaleza.

¿Qué te pudo pasar?
Tu coraza olvidaste
y te dejaste llevar
por el caballero andante.

Te vi en la orilla del mar
brillando como nunca antes, jamás.
Con una intensidad digna de admirar,
con una pureza que me quiso cegar.

Ay pequeña Luna inocente…
Has sido muy imprudente
al confiar en muertos vivientes
y dejar que de tu brillo se alimenten.

Te hicieron bajar del cielo
con promesas de amor eterno.
Promesas rotas sin dueño
que te convirtieron en hielo.

Te has escondido en un témpano
y tu corazón en un cristal.
Ya no hayas consuelo
y ahora mustia estás.

Pálida, blanca, triste.
¡Lo hiciste!
Pálida, blanca, triste.
¡Te lo creíste!

Luna: ten cuidado.
Es fugaz y no dura.
Es como el Sol, cálido.
Pero tú eres más pura.

El amor, Luna.
Tan oportuno cuando viene,
tan hábil e inteligente
tan poderoso que duele.

El amor que iluminó tus noches
con el brillo que te robaba
tocando unos acordes
con tu propia guitarra.

Todo lo puede
y todo lo quiere.
El amor que revive
mientras por él tú mueres.

Quieres huir del cielo
pero yaces colgada del cuello
con tu brillo opaco
y tus pies descalzos.

¡Qué tonta, qué ilusa!
Al mirar cómo te dibuja
Mil estrellas en tu cielo
y mil sueños en su suelo.

De blancura pura
y sonrisa radiante.
De corazón valiente
y mente importante.

Quiérete.
Bésate.
Abrázate.
Ámate.

Que el Sol es tan radiante
que puede cegarte.
Que el amor es tan farsante
que puede engañarte.





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12 noviembre 2018

Nuestra constelación

Me pregunto cuál será
la estrella en la que estás
y miro al cielo con anhelo,
atenta a cada destello.

Como una estrella fugaz
te fuiste y no volverás.
Pero mi alma siempre sentirá
un amor que no se apagará jamás.

Me duele tu partida,
me duele tu ausencia,
pero hoy brilla una estrella
gracias a tu esencia.

Fuiste para mí pura magia,
como un encuentro entre cometas
en mitad de la Vía Láctea,
en mitad de los planetas.

Fuiste para mí un eclipse total
que todo lo llenó de amor,
y cuando te vi marchar
mi alma se llenó de dolor.

Aunque hay un cielo entre tú y yo
impera nuestra constelación.
Aunque hay un cielo entre tú y yo
te tengo presente en mi corazón.

Cada día te recuerdo y miro al cielo:
esa estrella brilla aunque sea de día.
Cada noche te recuerdo y miro al cielo:
esa estrella siempre vela por mis sueños.

Ojalá la luna me venga a buscar
al balcón donde te suelo observar.
Ojalá junto a ti la luna me pueda llevar
para abrazarte una vez más.

Y decirte lo mucho que te quiero,
y decirte cuánto te recuerdo,
y decirte que siempre te pienso,
y decirte que a veces te veo.

En la lluvia de estrellas,
la noche de Perseidas.
En la Aurora Boreal,
con un brillo sin igual.

Eres el eje central de todo mi universo
y por eso me niego a aceptar
que a mi lado no te tengo.

Estrellita bonita: no dejes de brillar.
Te prometo que algún día
te voy a encontrar.

Estrellita bonita: no dejes de brillar.
Te prometo que conmigo
siempre vas a estar.

Una noche inesperada
mi sueño se cumplirá
y esa luna perlada
junto a ti me llevará.


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31 octubre 2018

¿Es que no te enteras?

Observo sin miedo
el mar de tus pupilas
y me convierto en fuego
para alargar tu agonía.

Princesa, dama mía:
¿en qué he fallado?
Ocurrió lo que me temía
y te has despertado.

Has abierto tus ojos preciosos
y me has observado atentamente.
Has descubierto que soy un monstruo
y te has alejado lentamente.

Reina, diosa mía:
¿por qué me has atacado?
Si yo te quería
y te lo he demostrado.

Sí, la realidad te ha desvelado
que tus temores eran ciertos.
Esta vez tú te has encerrado
entre tus propios lamentos.

Tal vez fue aquel puñetazo
el que te abrió los ojos.
Quizás fue el último portazo
el que provocó tu enojo.

Dices que te maltrato
y yo solo te enseño
con quién te has casado
y cómo debes tratarlo.

Lo hago con esmero
y le pongo empeño:
si quiero, te pego
y si quiero, te beso.

¿No te das cuenta
de que esa es mi manera
de quererte, princesa?
¿Es que no te enteras?

Esos morados de tu piel
son para que recuerdes
a quién tú te debes,
a quién le perteneces.

Esas heridas sangrantes
son para que te resguardes
entre los brazos del ángel
que te agrede con guantes.

Ese dolor en el alma
te obliga a buscar calma
cuando duermes en la cama
con quien finge que te ama.

Yo te pido perdón,
no lo puedo evitar.
Yo no tengo corazón,
yo te quiero matar.

No huyas, princesa mía.
Puedo fingir, darte alegría.
Puedo sacarte una sonrisa
aunque sea de mentira.

Entiéndeme, mi amor.
Yo no soy un monstruo.
Alguien me robó el corazón
y me provocó mucho dolor.

¿No te das cuenta
de que esa es mi manera
de quererte, princesa?
¿Es que no te enteras?

Yo no quiero que me dejes,
recuerda que de mí dependes.
Sin mí nadie te quiere
y sola tú no te defiendes.

Princesita bonita,
¿sin mí, qué harías?
Sola te morirías
porque nadie te querría.

Y no me tientes
con amenazas,
con denuncias y calumnias.
No, mejor no juegues.

Porque si me retas,
eres tu quien pierde.
Sin tu hija te quedas.

Te la robo, te la arrebato.
Te la violo y te la mato.
Y con tu vida acabo.

Guarda silencio,
diles que te quiero.
Tapa tu piel,
 todo va bien.

Te trato genial
soy un padre diez.
Todo es felicidad.
¡Díselo al juez!

¿No te das cuenta
de que esa es mi manera
de quererte, princesa?
¿Es que no te enteras?

 Paula Sifora



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27 octubre 2018

Una niña llamada Lolita

Soy una niña
muy pequeñita.
Soy una niña
que te necesita.

Recuerdo con claridad
aquellos momentos
junto a mis papás,
viviendo en libertad.

Recuerdo con claridad
a todos mis amigos
con quienes solía jugar,
viviendo en libertad.

Ellos llegaron un mal día
y comenzó mi agonía:
Me alejaron de mi familia
y yo quedé desprotegida.

Vi a mi madre sufrir
porque no lo entendía.
Vi a mi padre llorar
porque la pena le invadía.

A mi hermano lo mataron
y a mi me capturaron.
Entre gritos y sirenas
me llevaron presa.

De eso hace ya unos años
y el recuerdo me atormenta.
Hoy sigo entre rejas
y el cada día me hacen daño.

Soy una niña
muy enfermita.
Soy una niña
que te necesita.

Cada día me ve mucha gente.
Se ríen, aplauden y gritan
cuando salto ágilmente
a cambio de comida.

Me duelen las heridas
y extraño a mi familia.
Me mata esta soledad
y nadie tiene piedad.

Cada vez que salto
me dan un bocado.
Y cuando no hago algo
me hacen mucho daño.

Me administran fármacos
y me mantienen aislada.
Con chantajes y engaños
estoy manipulada.

Soy una niña
que está muy solita.
Soy una niña
que te necesita.

En mi pequeña jaula
no hay mucho espacio,
solo hay agua
y un escenario.

No quiero morir aquí,
en este zoo tan cruel.
Yo quiero ser feliz
como lo fui ayer.

Ayúdame a soñar,
ten un poco de piedad
y no pagues jamás
por esta esta crueldad.

Entra en mi fundación
y si tienes corazón
sentirás pena y compasión
por mi triste situación

Soy una niña
que te necesita.
Soy una niña
que se llama Lolita.



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18 octubre 2018

El centro del universo

Caballito de mar
que cabalga atrapado
sin dejar de llorar
porque el océano se ha secado.

Pececito amarillo
que aletea despacito
en un charco vacío
donde no hay oxígeno.

Delfín que juega
con olas espumosas
llenas de basura
que esquiva con soltura.

Gaviota que sobrevuela
un húmedo desierto
en busca de presas
para sus polluelos.

Beluga que navega
lentamente, en el vacío,
sin encontrar una respuesta
a este gran sin sentido.

Orca que emerge
entre plásticos varios
y luego se sumerge
mientras se va ahogando.

Tortuga marina
que nada grandes distancias
en busca de una buena playa
para engendrar a sus crías.

Yo de ustedes me despido
porque no me queda ya optimismo
al ver que hemos destruido
del océano lo más bonito.

Todo por egoísmo,
por puro egocentrismo.
Todo por creernos
el centro del universo.

Perdemos lo más valioso
de manera irreversible.
Esto es inadmisible
y me parece penoso.

El ser humano es inconsciente
y algún día lamentará la muerte
de tantos seres inocentes
y la extinción de las especies.

Yo pido perdón, de corazón,
por contaminar el mar.
Yo pido perdón, de corazón,
por no saber respetar.

Y a los que pescan sin piedad,
a los que cazan con maldad,
a los que matan con crueldad
les diré una gran verdad:

El único animal sin corazón
es un ser vivo que causa dolor,
un sinvergüenza sin pudor
que daña sin tener razón.

El ser humano es el único capaz
de abandonar y traicionar a un animal.
Es aquel que tortura hasta el final
porque tiene una maldad voraz.

Yo de ustedes me despido
porque no me queda ya optimismo
al ver que hemos destruido
del océano lo más bonito.

Todo por egoísmo,
por puro egocentrismo.
Todo por creernos,
el centro del universo.

Tiramos nuestros desechos
sin que nos pese en la conciencia.
Dejamos organismos maltrechos
como horrible consecuencia.

Que el mundo no es nuestro
y debemos cuidar el planeta.
Que existe un paraíso bello
esperando a que te sumerjas.

Respeta las playas,
del agua a la arena.
No tires las latas
fuera de la papelera.

No te arriesgues a perder
la belleza que se esconde
bajo la superficie del mar.

Porque yo quiero ver
un pequeño cachalote
juguetear con su mamá.

Yo pido perdón, de corazón,
por contaminar el mar.
Yo pido perdón, de corazón,
por no saber respetar.


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16 octubre 2018

Alma entregada

Esta tinta en el papel
refleja cada pensamiento
que brota de mi ser
expresando lo que siento.

Te habla de vivencias
de alegrías o tormentos.
Te habla de experiencias,
de pasiones o lamentos.

Escapatoria hecha verso
de forma bella, poética.
Así, con sentimiento,
fluyo de forma magnética.

Mientras la tinta se plasma
mi alma se libera de sus cargas.
Mientras las palabras riman,
el ritmo calma mis pupilas.

Y ya no brotan lágrimas
por mis mejillas frías.
Solo tinta de mi boli predilecto.

Y ahora creo arte,
fantasía y alegría
para la colección de mi cuaderno.

Esta tinta en el papel
narra penas y alegrías
de un alma que un día
se entregó a la poesía.


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24 septiembre 2018

Tu piel blanca y negra


Algo tiene tu hermosa piel,
desde su color hasta su tacto.
Algo tiene, no sé muy bien el qué,
pero yo quiero averiguarlo.

Me atraes, sin que yo pueda ni quiera evitarlo.
Me atraes, cuando tu aleta en la superficie se asoma
rompiendo la calma del océano para agitarlo
con tu nado, tan veloz y tan bello que asombra.

Orca, muchos te subestiman
y te tachan de ballena asesina.
¡Yo sé que no es verdad!
Jamás has matado personas en libertad.

Aunque entiendo que lo hagas en cautividad,
cuando te encierran en una pecera,
cuando te explotan sobremanera
actuando contra tu voluntad.

Orca, ¡qué gran belleza la tuya!
Depredadora insaciable
que avanza imparable
y ya no hay presa que huya.

Nadas por los océanos
recorriendo el planeta
y apareces en mis sueños
con tu hermosa silueta.

Orca, tu piel blanca y negra me deleita.
Tu gran tamaño y esa inteligencia.
Orca, quiero ver de nuevo tu aleta
acércate, nada hacia la orilla, bucea.

Cuentan ya muchas historias y leyendas
que has salvado al ser humano
de situaciones tremendas
al ser víctima de un naufragio.

Que le llevas a la orilla
y te esperas quietecita
a ver si respira
para que sobreviva.

Orca, quiero verte libre.
Haz que mi corazón vibre,
¡sal a la superficie!
¡Deja que te acaricie!

Cuando apareces en mis sueños
nunca quiero despertar,
pero por más que me empeño
jamás te logro tocar.

Quiero agarrar tu aleta dorsal
y sumergirme junto a ti.
¡Quiero viajar por el mar!
Sé que así seré feliz.

Quiero verte saltar
y escucharte cantar.
Quiero sentirte nadar
en plena libertad.

Tu piel blanca y negra,
la sensibilidad y la empatía
que muestras mientras navegas
con toda tu familia.

Siento un amor incondicional
que casi no puedo explicar.
Solo te puedo admirar
porque eres un gran animal.

Caigo rendida ante tu belleza
al verte en plena naturaleza.
Caigo rendida ante tu inteligencia
cuando para cazar inventas estrategias.

Nada libre por aquí, por allá.
Algún día te veré, yo lo sé.
Nada libre por el mar
que algún día te buscaré.

Orca, quiero verte libre.
Haz que mi corazón vibre,
¡sal a la superficie!
¡Deja que te acaricie!

Quiero agarrar tu aleta dorsal
y sumergirme junto a ti.
¡Quiero viajar por el mar!
Sé que así seré feliz.




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11 septiembre 2018

De mis Islas Canarias

Enamorada, como buena isleña, 
de mi paraíso especial 
que a la deriva navega 
rodeado por el mar. 

Estas islas llenas de belleza 
tienen un valor incalculable 
y en cada una de ellas 
existen personajes singulares. 

Playas con gran belleza 
como Papagayo, Jandía o Las Canteras. 
Contacto con la naturaleza 
cuando en el Roque Nublo te adentras. 

De mis Islas Canarias 
estoy enamorada. 
Por su mar, sus playas 
y sus papitas arrugadas. 

Su comida es estupenda, 
su paisaje impresionante 
y puede que te sorprenda 
nuestro hablar tan elegante. 

Nuestros vinos deleitan 
al paladar más exigente 
y nuestras tradiciones invitan 
a mezclarse con la gente. 

Volcanes y cráteres impactantes 
plasmados en obras de arte. 
Históricas y bellas pintaderas 
de formas geométricas. 

Alisios que susurran. 
Alisios que transmiten 
historia, secretos y cultura 
desde nuestro primer aborigen. 

Islas con encanto, 
fiestas de reclamo, 
comida para rato 
y un clima de agrado. 

Lanzarote: yo te amo 
con tu Timanfaya. 
Lanzarote: yo te amo 
con tus jameos del agua. 

Fuerteventura: yo te amo 
con tu Islote de Lobos. 
Fuerteventura: yo te amo 
con tu Calderón Hondo. 

Gran Canaria: yo te amo 
con tu Cueva Pintada. 
Gran Canaria: yo te amo 
con tus dunas doradas. 

Tenerife: yo te amo 
con tu Teide nevado. 
Tenerife: yo te amo 
con tu drago milenario. 

La Gomera: yo te amo 
con tu silbo gomero 
La Gomera: yo te amo 
con tu Bosque del Cedro. 

La Palma: yo te amo 
con tu observatorio astrofísico 
La Palma: yo te amo 
con tu bosque de Los Tilos. 

El Hierro: yo te amo 
con Garoé, que sabe llorar. 
El Hierro: yo te amo 
con tu lindo Sabinar. 

De mis Islas Canarias 
estoy enamorada. 
Por su mar, sus playas 
y sus papitas arrugadas. 

Islas Canarias e islotes de ensueño. 
Paraíso lejano, paraíso pequeño. 
Lugares encantados y niños risueños 
que llevan en su sangre este amor isleño. 

De nuestra tradición, 
de nuestra cultura, 
de nuestro amor 
y nuestra ternura. 

De las abuelas, tan sabias. 
De los antepasados amados. 
De esas historias ya lejanas 
que aún no hemos olvidado. 

De mis Islas Canarias 
estoy enamorada. 
Por su mar, sus playas 
y sus papitas arrugadas.


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08 septiembre 2018

¡Actuemos! Por nosotros y por ellos


Hace unos días estaba viendo las noticias a mediodía en uno de los canales de Atresmedia, concretamente LaSexta y hubo algo que llamó mi atención. A parte de todas las noticias nacionales e internacionales relacionadas en su mayoría con asuntos políticos y sucesos varios, expusieron las duras imágenes de la matanza de calderones que se lleva a cabo en las islas Feroe (Dinamarca) año tras año. Calificaban las gráficas imágenes como duras y mostraban abiertamente su desaprobación a dicha práctica, que en ese lugar se considera una tradición. Ese día no pude evitar sentir algo de alegría, ya que se estaba visualizando y compartiendo algo desgarrador e inaceptable que lleva ya muchos años ocurriendo sin que nadie parezca inmutarse. Es importante saber que se está realizando una matanza masiva e indiscriminada de cetáceos en ciertos lugares y que la excusa usada como justificante es la tradición.

Pocos días después quise ver algo de actualidad en la televisión y recurrí a otro de los canales televisivos de la compañía Atresmedia, en este caso Antena3. Había reporteros desplegados por ciertos puntos de nuestro país y en plató se preparaban para comentar algo que parecía emocionarles mucho: un encierro de toros. Aquí no había ninguna duda: es una tradición española aceptada y celebrada por muchos. Entonces no pude evitar ver con estupefacción cómo comentaban la carrera, las caídas, la procedencia de los toros, etc. Eran las diez y media de la mañana de algún día de agosto. Los niños están en casa y pueden acceder con suma facilidad a este contenido en el cual se aprecia cómo un grupo de toros es encerrado y liberado posteriormente para obligarles a realizar un recorrido concreto lo más rápido posible con el único objetivo de que las personas corran despavoridas a su alrededor exponiéndose al peligro de caídas o cornadas.

Es la misma corporación de medios de comunicación. Un día muestra su parte más animalista y activista criticando y poniendo de manifiesto una cruel práctica en otro país y a los pocos días emite en directo un encierro con toda la emoción que merece el festejo.
¿Se imaginan ustedes la situación inversa? ¿Qué dirían los habitantes de las islas Faroe si ven nuestras corridas de toros y nuestros encierros? Probablemente se escandalizarían y dirían que nos escudamos en la excusa de que se trata de una tradición. También dirían que en muchos casos el toro sufre sin necesidad, aun siendo muy joven, y calificarían la escena como cruel y bizarra sin reparar en el hecho de que lo que ocurre en sus aguas cada año es algo relacionado.

Lo que quiero decir con todo esto es que no se puede tener la hipocresía de criticar una actuación que implica el sufrimiento animal al mismo tiempo que se justifica otra que se lleva a cabo mucho más cerca de lo que pensamos. Dice el dicho que es muy fácil ver la paja en ojo ajeno y no ver la viga en el nuestro. Aquí o allá. ¿Qué más da? En ambos lugares ocurre lo mismo: crueldad animal.
Dicen que en las islas Feroe es común ver a niños, incluso de tres años, subirse encima de las ballenas, serrar sus cabezas e irse a jugar con ellas. Aquí subimos a los niños de tres años encima de un toro, le enseñamos la belleza del animal y luego les explicamos que los vamos a matar, les ponemos un capote y les gritamos ¡olé! Haciendo de la crueldad una práctica divertida.






En las islas Feroe el mar se tiñe de rojo
y se convierte en un cementerio.
En España cada año mueren toros y becerros
mientras su sangre se extiende por el ruedo.

¿No vale lo mismo la vida de un toro que la vida de una ballena? Para nosotros no. El toro, según muchos defensores de la tauromaquia, es un animal nacido para morir en el ruedo o correr en los encierros, está criado para ello y por eso nunca sufre y no siente el más mínimo dolor. MENTIRA. Jamás he ido a una corrida de toros, no he pisado un ruedo y no he corrido un encierro, pero he visto mil imágenes, gráficas, que muestran toros llorando, sufriendo, jadeando, sangrando, agonizando y hasta vomitando. He visto cómo dejan parapléjicos a estos animales al clavarles el estoque en la médula espinal y puedo asegurar tras ver su mirada moribunda que siente como cualquier otro ser vivo.

¿Y la ballena? Lo mismo. Jamás he estado en esas bahías teñidas de rojo y no me he subido encima de ninguna ballena para cortar su cabeza e irme a jugar con mis hijos como si de un premio se tratara. No es ese el futuro ni el legado que deseo dejarles.

En ambos casos se trata de una práctica indignante, cruel, inaceptable e injustificable. A mí persona que forma parte de esta sociedad y que vive en este planeta, me aterroriza saber que en España se matan toros solo por placer y que en las islas Feroe se matan ballenas por la misma razón. Me da igual la tradición, me da igual los motivos, me da igual que se intente justificar y demostrar que el animal en cuestión no siente nada porque hasta yo misma he comprobado que al escachar una hormiga con el dedo esta agoniza hasta morir. He visto como una orca trasladaba el cuerpo sin vida de su cría durante más de 15 días mientras su familia la seguía mostrando total respeto en un doloroso duelo, he visto cómo un orangután se enfrentaba a una excavadora para evitar la destrucción de su hábitat, he visto cómo otro orangután golpeaba con una piedra la cristalera de su jaula en un zoológico rogando libertad con la mirada, he visto cómo un perro lloraba desesperado al saber que su familia lo había abandonado, he visto la agonía de una caballo exhausto tras tirar horas y horas de un carro, he visto a un loro pegado a una pared en la que se apreciaba la pegatina de un mural con motivos relacionados con la naturaleza, sólo para sentir algo de libertad.






¿Cómo he visto tantas cosas bizarras? Documentándome. He leído informes, noticias, webs, blogs, revistas, etc. He visto documentales y he querido saber más. Porque el problema no está en que la sociedad no sepa, el problema está en que no quiere saber. Porque la sociedad oye, pero sólo escucha lo que le interesa. Aquí los toros no se tocan, son nuestra fiesta. No hay debate, no hay discusión, porque no interesa. No se trata sólo de la “tradición” sino del dinero que se genera. Y es justo ahí, cuando entra en juego el dinero, que muere la ética.
Hace algunos días también fue noticia la actuación de un grupo de activistas que se lanzaron con pancartas a las aguas de la piscina de los delfines en medio de un espectáculo en el Loro Parque de Tenerife. Personalmente me ha entristecido mucho ver las imágenes, pero no por el hecho de que interrumpieron el espectáculo sino por la reacción del público. Ya de por sí no considero educativo, racional, ético ni correcto acudir a un lugar donde tienen encerrados a tantos animales y donde encima se genera dinero a costa de drogarlos y obligarlos a realizar espectáculos diarios. Además de ir y pagar una entrada para ver semejante escena, abuchean a las personas que lo único que quieren es abrir los ojos al público que está allí engañado, porque se ha tragado la publicidad de la empresa, porque se ha creído las mentiras que les han contado sobre el “bienestar” y la “conservación” de los animales que pueden ver allí. Esas personas sólo han intentado llamar la atención para removerles la conciencia y hacerles ver que lo que han hecho al pagar la entrada a Loro Parque es pagar y financiar la crueldad animal. Ni más ni menos. Por mucho que se lo quieran maquillar con purpurina rosa y con un lindo antifaz bajo el nombre de bienestar animal. ES CRUELDAD.



No aprendemos y no avanzamos como sociedad, no somos conscientes de que los animales que vemos en zoos, circos, acuarios o parques temáticos algún animal, no pensamos en todo lo que hay detrás. Hay sufrimiento, chantaje, abuso, uso de fármacos, cautividad, separación de sus familias, destrucción de su hábitat, enfermedades, lesiones físicas y psicológicas y un sinfín de perjuicios que finalmente desembocan en la muerte prematura de muchos ejemplares. Eso está detrás, pero no lo muestran porque no les interesa, porque no nos interesa y no queremos verlo. No queremos saberlo porque es mucho más fácil vivir la parte bonita de la vida, sin preocuparnos, sin pensar, sin mirar atrás, sin ver el lado feo.
Pero todo aquello que hacemos, absolutamente todo, tiene un efecto. Aunque creamos que no nos afecta, ese es nuestro mayor defecto. Nos estamos matando al matarlos a ellos, nos estamos condenando a un futuro incierto en el que los polos se derriten y las especies se extinguen. Se están muriendo y nosotros con ellos. Así que, por favor, paremos, pensemos y, de una vez por todas,
¡ACTUEMOS!